Son aguas turbulentas para los que navegan entre la creatividad, el conocimiento y la literatura. Son sectores salpicados por la novedad de la IA que amenaza (a priori) puestos reservados a la creatividad pura y dura.
Sin embargo, en esta nueva era no tiene sentido abanderar el neoludismo (nacido del temor de mucha gente a la revolución tecnológica) y hay que aprender a gobernar el océano tecnológico.
No perdamos el rumbo del camino digital
Aunque mantengamos cierto escepticismo y temor, algo que nos hace muy humanos, debemos tener la responsabilidad de montarnos en la ola digital y aprender a qué nos “enfrentamos” y empezar a legislar temas delicados como los derechos de autor, incluso ver la amenaza potencial de “despersonalizar” ciertos servicios en pos de la automatización, ya que en muchos casos la excusa de ahorrarse puestos de trabajo y por tanto “quejas” y “peticiones” nos arrastraría a una era donde inevitablemente nos aislaremos entre nosotros.
Está claro que la IA como aliada puede ayudar a agilizar procesos creativos, a enfrentarnos mejor a las deadlines y a tener un banco de imágenes y de motor de búsqueda más eficaz.
Aunque no exista una forma de crear un temario para formarse en IA, ya que estamos inundados de nuevas novedades constantemente, empresas que sacan su propia IAs a golpe de suscripción y que se quedan en papel mojado, debemos bucear y buscar nuestras propias herramientas que nos ayuden personal y laboralmente.
La Transformación Cultural en las empresas
Dicho esto, ¿te imaginas enfrentarte a una entrevista de trabajo donde una IA evalúe tu supuesto desempeño como si un capítulo de Severance se tratase? No tiene sentido desvincular el papel humano de las empresas cuando se pide a la vez fidelidad y buen feedback a los empleados.
El talento humano no es reemplazable y las empresas no deberían subestimar el potencial de los perfiles Juniors, que generan ideas en bruto, a los que puedes perfilar y formar y desarrollar un carácter crítico que carece la Inteligencia Artificial.
Una IA puede cubrir amplios terrenos pero sin una guía, sin un objetivo claro no nos ofrece la excelencia, tiene la enorme capacidad gracias a la Big Data de generar una gran cantidad de ideas, pero no la buena.
Guiemos con conciencia humana
En Quid Qualitas somos de capitanear nuestro propio barco hacia objetivos comunes con nuestros clientes, en nuestro cuaderno de bitácora co-creamos rutas donde definimos cómo poner rumbo hacia sus clientes ideales. Una manera de enriquecer este viaje es apoyándonos en la tecnología, pero siempre con una visión humana.
Nosotros apostamos por el talento de las personas. ¿Y tú?