Aunque los niños y estudiantes han iniciado ya sus vacaciones de verano, julio sigue marcando eventos de interés en la agenda profesional… Y cómo no, la transformación digital, el impacto de la IA y la innovación, por poner unos ejemplos, siguen marcando los puntos de interés y debate. Tenemos ya medio semestre a nuestras espaldas, y las empresas que dedicaron parte de sus presupuestos 2023 para iniciar y/o seguir sus procesos de transformación digital disponen ya de los primeros datos para saber si van por buen cambio, o por el contrario, conviene hacer ciertos ajustes a su hoja de ruta. Por ello, conviene estar alerta a las tendencias que marcan los expertos, que nos pueden inspirar y/o ayudar a tomar mejores decisiones a la hora de ajustar nuestro rumbo.
Estos primeros días de julio se ha celebrado en el ESIC el IX Congreso internacional de innovación aplicada (Jornadas #IMAT2023), que en esta ocasión resaltaba los subtítulos “Transición hacia una verdadera transformación. La apuesta por la humanización del cambio”.
Y no puedo estar más de acuerdo. Como siempre insistimos desde Quid Qualitas, y va implícito en todos nuestros programas de estrategias centradas en cliente, si hablamos de “transformación” estamos hablando de “Personas”. Y no importa qué otro atributo acompaña a esta poderosa palabra (incluso cuando se habla de “transformación digital”), pues en todos los casos se persigue un objetivo de CAMBIO, lo que hace que se convierta en un proceso de transformación cultural, y por tanto , debe calar a todas las personas que completan la organización.
Como bien adelantaba Beat Goetschi en su ponencia, (ver foto) el éxito de una transformación arranca con el punto 1 que define “Estrategia y Visión claras”.
Esto corresponde a los órganos de decisión de las compañías, al comité de dirección y equipos directivos, pero no sirve de nada si no está bien cimentado y representado en lo que aportan todas las personas.
Debe traspasar todos los estamentos de la organización, de modo que todos los colaboradores sientan como propios ese propósito y valores que se han definido como brújula en el viaje de “transformación cultural”.
Si además en ese punto 1 Estrategia y Visión, se quiere incluir el concepto de customer-centriciy (estrategias centradas en cliente) conviene puntualizar que “la experiencia de cliente no consiste en regalar un ramo de flores…”, como nos explicaba Javier Gallardo (SAGE):
“La experiencia de cliente para las empresas, no es un fin, sino un medio”.
Se trata de mejorar eficiencias, ser capaces de ganar cuota de mercado, competir en mejores condiciones y buscar nuevas formas de aportar valor; en definitiva, innovar.
No es un proceso fácil. En todos nuestros programas recordamos que debemos considerar las 4 palancas que nos ayudan a “activar” la experiencia de cliente: Tecnología, Procesos, Espacios y Personas… Solo apostando por las Personas podremos hacer realidad todas las demás.
Peter Drucker dijo “la mejor forma de predecir el futuro es creándolo”. Yo añadiría “mediante el cambio”.
Una apuesta por las 3 T´s: Transición, Transformación y Talento.