Ritmo a la Transformación Cultural

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“En procesos de cambio, el aprendizaje está sobrevalorado… ¿lo crees de verdad? O quizás convendría decirlo de otro modo, somos conscientes de que se necesita una dosis adicional de tiempo y espacio para adquirir una nueva formación requerida por la empresa ¡Y está muy bien! Ya se encargará la D. RRHH de proveer fondos para suplir esa necesidad.

Sin embargo, cuando hablamos de poner ritmo a la Transformación Cultural, hemos de tener muy claro que es un proceso y va de Personas. Comprende un cambio en los valores, creencias, actitudes y comportamientos de una organización. Es un viaje continuo que busca adaptar la empresa a un entorno en constante cambio.  Se pasa por varias etapas; la de aprendizaje es la primera y marca el punto de salida, pero los objetivos sólo se alcanzan cuando los equipos ejecutan de forma sistemática nuevas rutinas; es decir, adquieren ese “ritmo” propio de los equipos de alto rendimiento, que les permiten ejecutar sus tareas individuales de una manera sincronizada para recoger los máximos resultados.  

La resistencia al cambio puede ser un obstáculo significativo, desincronizando ese ritmo en la transformación cultural. Las organizaciones deben crear un ambiente donde los empleados se sientan seguros para expresar sus preocupaciones y se les aliente a participar activamente en el proceso de cambio.

¿Todos los equipos necesitan “entrenar” las mismas tareas para alcanzar el “ritmo” deseado? ¡NO! Depende del entorno, del marco de trabajo, del sector, e incluso de cómo “bailan” los competidores. Multitud de factores que hacen que cada organización y sus personas necesiten programas personalizados, con cierto pulso en el tiempo.

No se trata de lanzar un dardo y… “¡Ya está! ¡Conseguido!”. 

El proyecto Experiencias Vithales que desarrolla Quid Qualitas impacta en el Ritmo de la Transformación Cultural de Vithas

Para poner un buen ritmo a la Transformación cultural se trata más bien de hacer “calar” cual lluvia fina, producir impactos y que no sean demasiado tarde, buscar metodologías y acciones diferentes. Todas las compañías han de poner ritmo a la Transformación Cultural, pues todas viven una, hasta las que no cambian nada. Cada organización debe perseverar en su búsqueda de una cultura que refleje sus valores y se adapte a las demandas cambiantes del mercado.

Aquellas organizaciones que comprenden la importancia de esta transformación y trabajan activamente en ella están mejor posicionadas para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades del entorno empresarial actual.

Al igual que Celia Cruz decía : “Nosotros tenemos ritmos que ni siquiera nuestra propia gente los conoce”, las empresas deben entender que poner ritmo a la Transformación Cultural precisa de una cadencia, muy relacionada con el propósito. 

Sobre Quid Qualitas

Solucionamos problemas a través de cambios de paradigma transversales en las personas mediante herramientas cualitativas y cuantitativas.

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